“Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.” (Sir Francis Bacon)


mayo 27, 2013

¡Que no nos lleve la corriente!






El tiempo pasa rapidísimo, y a veces ni nos damos cuenta cuando termina un mes y empieza el otro. Tengo 21 años, y desde los 18, mi vida ha pasado volando y me he entregado mayormente a mis responsabilidades como estudiante universitaria. Por lo que llevo días pensando, ¿estoy aprovechando mi tiempo ahora que estoy viva, sana, joven?, ¿estoy viviendo mi vida sanamente? Esta pregunta tal vez la contestaré si llego a ser una adulta mayor, aunque, tal vez tendré que inventar yo misma una respuesta para sentirme satisfecha, o tal vez será contestada por Dios, cuando me vaya, o quizás, nunca será contestada.
A veces me pongo a pensar qué sería de mí si hubiera nacido en otro país, y no hubiera conocido las personas que conozco ahora, o si no hubiera desperdiciado tanto tiempo viendo la televisión o en Facebook, y en vez de eso hubiera leído un libro, hubiera ido a caminar, hubiera hecho ejercicio o practicado un deporte. A veces me pregunto si pudiera retroceder el tiempo para reparar los errores que he cometido, las palabras ofensivas que he dicho, los actos de cobardía y de coraje en momentos de disgusto... Pero lo que sí sé es que a pesar de todos esos errores, uno no puede quedarse atrás, subestimarse, ni dejarse llevar por la corriente.
De la misma manera, la sociedad se lo quiere llevar a uno… personas que quieren imponer sus opiniones y creencias sobre los nuestros, o este sistema capitalista que nos lleva a estar cien por ciento pendientes del trabajo, de la formación académica y tener una buena preparación intelectual para poder tener cada vez más dinero, por lo tanto, más cosas materiales. Muchas veces, nos encontramos en una cárcel mental, y nos encerramos en nuestros propios pensamientos, por más irracionales que sean, y después nos sentimos frustrados porque no hemos aprovechado el tiempo como hemos querido, o no nos sentimos capaces de remendar los errores que cometemos y perdonarnos a nosotros mismos.




Muchos solo queremos sentirnos libres de expresar libremente lo que creemos, lo que sentimos, aprovechar el tiempo de tal manera que no pasemos siempre pensando en las responsabilidades que nos esperan el día siguiente, la semana siguiente, el mes siguiente, el año siguiente, en el futuro, y que nuestro hogar no sea una caja negra donde vamos a desahogar nuestros problemas y hundir a nuestros seres queridos. Por lo contrario, que sea un espacio donde se fomente la comunicación y buenos momentos que nos reparen y nos animen para seguir disfrutando cada detalle de la vida, aunque a veces el paisaje no sea tan placentero.
Espero que en el futuro saquemos ese ratito para hacer las cosas que nos gusta hacer, disfrutemos la vida y no nos arrepintamos de los errores que alguna vez nos hicieron felices o nos enseñaron una lección que ahora valoramos. Lo importante no es cuantos logros hemos tenido en función de otros y de la sociedad. Lo importante es si al final de esta vida que muchos llaman rutina, hemos sido felices a lo largo del camino y hemos logrado una verdadera satisfacción personal al lado de personas que vale la pena haber conocido.
                   
            "Al final, lo que importa no son  los años de vida, 
                               sino la vida de los años".
                                                          - Abraham Lincoln

noviembre 11, 2010

¿Juzgados erróneamente?



El motivo de escribir una nueva entrada es el polémico tema que, durante varias semanas, se discutió en mi clase de Seminario de Realidad Nacional II. Este polémico tema del que estoy hablando es el de la xenofobia en Costa Rica, especialmente en contra del nicaragüense.  
En Costa Rica, el discurso xenofóbico se encuentra en nuestra vida cotidiana. Es imposible que un costarricense durante su vida no oiga alguna ofensa hacia un extranjero. Este tipo de ofensas se manifiestan en su mayoría con chistes. Esto se ha vuelto una costumbre; ya se ve al discurso xenofóbico como algo común y corriente. Lo peor es que aunque una persona diga no ser xenofóbica, siempre va a existir una influencia por parte de otros.
Usualmente se escucha decir que en Costa Rica hay aproximadamente 5 millones de habitantes y que 1 millón de ellos son nicaragüenses. Por lo tanto, muchas personas creen que ellos vienen a robarnos espacio, trabajos y servicios; sobretodo en zonas urbanas donde se encuentran los principales centros de salud y edificios gubernamentales. En nuestro país, los inmigrantes son catalogados como los causantes de la mayoría los problemas de sobrepoblación, salud y medioambiente. Y no es de extrañar que muchos costarricenses asocien a los delincuentes con personas que no pertenecen a Costa Rica; por ejemplo, los nicaragüenses y colombianos. Sabemos que hay extranjeros asociados con acciones criminales, pero decir que todos  están asociados sería una generalización. Si nos apegamos a esto para juzgar a todos los inmigrantes sería injusto.
Muchos extranjeros, en especial nicaragüenses, vienen a Costa Rica con el motivo de buscar mejores oportunidades económicas y laborales. En el caso de los colombianos, vienen a nuestro país a buscar un ambiente más pacífico. Entonces ¿por qué nos burlamos y los ofendemos?, ¿no haríamos lo mismo si Costa Rica fuera un país con una situación semejante? Los costarricenses tenemos la suerte de vivir en un país que es más económicamente estable y más pacífico que otros en Latinoamérica.
Hay que ser conscientes de que muchos inmigrantes no dejan su país porque así lo quieran, sino porque no tienen otra opción más que buscar nuevas oportunidades lejos de su tierra patria.

septiembre 09, 2010

Entre géneros y roles

Desde niños, se nos enseña que los hombres tienen que ver con aspectos como el color azul, el uso de la corbata, la agresividad y el fútbol; mientras que a las mujeres se les relaciona con el color rosado, los aretes, el ser sumisa y el cotilleo. Estos estereotipos están muy marcados en la sociedad actual. Y además, estamos tan acostumbrados a ellos que los percibimos como si fueran cosa de cada día.

Hombres con cabello largo y camisa rosada son, en muchas ocasiones, motivo de críticas por parte de otros que se creen muy hombres porque poseen el estereotipo formado por la sociedad. De la misma manera, mujeres con pantalones y haciendo “trabajos de hombres” son también juzgadas por otras que se creen muy femeninas. Ya es hora de que dejemos ese estereotipo machista de lado.

Un aspecto que hoy en día está muy marcado es el de las labores del hogar, ¿Quién debe realizarlas?, ¿el hombre o la mujer? Usualmente, se piensa que es la mujer la que lava, plancha y barre; mientras que el macho de la casa ve la tele o lee el periódico. Esto es un pensamiento erróneo, ya que tanto uno como el otro género tiene las mismas capacidades físicas y mentales para realizar este trabajo; por lo tanto, no es únicamente tarea de mujeres.

Otro estereotipo muy marcado, especialmente desde principios de este siglo, es el de la mujer como objeto sexual. Debido a tanta promoción de conceptos relacionados con sexo y materialismo (fomentados por los medios de comunicación), la música y anuncios de televisión e internet están promoviendo ideas de que la mujer únicamente está para dar placer a los hombres, quienes dicen tener poder sobre ellas. Entonces, ahora se percibe a la mujer como un objeto, más específicamente, como un premio. El hombre que más humille a las mujeres, es el que se queda con la mejor (el premio); y con la mejor me refiero a la que tiene el cuerpo más físicamente perfecto, porque ese tipo de mujer es la que hace al hombre sentirse superior.

Gracias a la lucha por equidad que ha hecho el sexo femenino, muchas de las ideas machistas ya están desactualizadas. Es un hecho que ahora más mujeres salen a trabajar para ayudar económicamente al hogar, y no solo en trabajos de bajo salario, sino que en puestos altos; o han salido adelante por ellas mismas haciendo algún tipo de manualidad.

Ahora, se puede ver el resultado positivo que el sexo femenino ha alcanzado al hacer valer sus derechos y al haber hecho posible mostrar la equidad de género que todavía muchos dudan. Las mujeres hemos logrado salir adelante, pero todavía nos falta mucho camino por recorrer para llegar a la equidad que siempre hemos buscado.

“Detrás de cada gran mujer siempre hay una gran mujer: ella misma”

(Lucía Etxebarría)

Referencias:

Etxebarría, L. (2000). La Eva futura. Barcelona, España: Ediciones Destino, S.A

agosto 21, 2010

¿Y dónde quedó la buena nutrición?

Día con día, una gran cantidad de personas en Costa Rica van a desayunar, almorzar y cenar a restaurantes de comidas rápidas en todo el país. Con tantos restaurantes de este tipo, muchas personas no se toman el tiempo para preparar una buena comida. Además, hay una gran cantidad de opciones que hacen a la persona irse por el camino fácil y preferir no preparar sus alimentos en casa.

No es un secreto que este tipo de comidas no alimenta al cuerpo correctamente; lo único que hacen es llenar a la persona por un rato. Y lo peor es que estas comidas contienen una gran cantidad de grasa que afecta la salud de todas las personas causando problemas como obesidad o presión arterial.

En el Gran Área Metropolitana, hay una cantidad exagerada de restaurantes de comida rápida. Puedo llegar a pensar que hay más restaurantes de este tipo que hospitales. Esto me hace cuestionarme sobre el negocio tan grande que este tipo de restaurantes genera, llenando a la población de problemas de salud.

No debemos dejarnos llevar por lo que la propaganda dice. La propaganda nos enseña mensajes subliminales que las empresas crean para promover el consumismo. Por ejemplo, cuando entramos al Messenger y al correo, muchas veces nos encontramos con algún anuncio relacionado con Mc Donald’s o Taco Bell; y uno está usando el computador con fines de estudio o trabajo. Entonces cuando la persona ve el anuncio, llega un mensaje inconsciente al cerebro que lleva a la persona a antojarse del producto.

Con esta reseña, no estoy diciendo que es incorrecto comer en restaurantes de comidas rápitas; en otras palabras, estoy de acuerdo con el consumo de estas comidas, pero siempre y cuando sea una cantidad moderada que no vaya a afectar nuestra salud y apariencia física.

mayo 18, 2010

¿Por qué mucha gente maneja como si fueran maniáticos?

Últimamente me he estado fijando mucho en los conductores y como manejan. He estado notando que ya no respetan las señales de tránsito, andan como si no tuvieran tiempo y se rayan unos a otros a velocidades muy altas. La verdad es que estoy muy molesta con la actitud que muchos asumen a la hora de manejar.

A doscientos metros de mi casa están modificando un puente con el objetivo de hacer la calle más grande; por lo cual, solo hay una vía abierta. Esto todos los días desde las 6 am genera unas enormes presas (en mayor cantidad en horas pico) en las cuales uno dura mínimo 20 minutos. Muchos conductores se impacientan y deciden devolverse, y otros pitan y pitan como si eso ayudara de algo, generando más estrés e impaciencia en todos los que están esperando pasar.

Otra situación se manifiesta en los conductores del transporte público, los cuales en ocasiones hacen las cosas de mala gana y manejan de una manera muy irresponsable. Esta condición la he notado varias veces cuando me subo al bus y el chofer maneja a una velocidad muy alta saltándose semáforos y rayando otros carros. No me parece esta actitud ya que el transporte público más que otro tipo de transporte tiene una gran responsabilidad en sus manos porque no viajan solo una o dos o cuatro personas, sino que viajan grandes cantidades.

Saltarse los semáforos es una acción muy frecuente que veo en las calles. Hay un montón de gente que parece que tiene grandes urgencias y no puede ni siquiera detenerse unos cuantos minutos mientras el semáforo está en rojo. Muchas veces cuando está el semáforo en rojo, uno en vez de pasar, está en el paso peatonal esperando a que a alguien se le ocurra darle campo a uno. Esto es una gran inconsciencia. A mí me ha pasado esto, y lo que me parece más peligroso es que esto ocurre hasta en lugares ubicados frente a escuelas y colegios.

La solución a este tipo de problema es personal, cada uno de nosotros debe hacer consciencia y pensar que si se respetan las normas de tránsito vamos a vivir en un país con una más baja tasa de mortalidad ocasionada por accidentes en las calles.

Como consejo, salir temprano de la casa es conveniente para evitar presas y no estresarse, porque cuando andamos contra tiempo tendemos a tener una actitud impaciente y por lo tanto se tiende a no ser tan conscientes del cuidado con que se debe andar en las calles.