“Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.” (Sir Francis Bacon)


marzo 30, 2010

¿Por qué hoy me siento fea?

Este es un post exclusivamente para mujeres! 


¿Por qué hoy me siento fea?

Definitivamente todas hemos tenido esos días en los cuales nos miramos en un espejo y empezamos a decir; me veo gorda, fea, no me gusta esto y el otro; esos días en los que me pongo una blusa, me la quito, me pongo otra, luego una falda, la cambio por un pantalón, me plancho el cabello, luego lo recojo y después lo dejo suelto. Y ni de una u otra manera quedamos satisfechas con como quedamos.

Bueno, en ese momento empezamos el día negativas diciendo “me veo fea”. Y si nos agarra tarde por nuestra indecisión, vamos en el bus o en el carro, con el espejo a mano, viendo a ver cómo nos vamos arreglando de camino.

Debo decir que hay varios motivos por los que a veces pasan esas cosas; bueno, no somos perfectas; aunque definitivamente desearíamos serlo; como dice una frase que leí “Las mujeres demasiado bellas sorprenden menos el segundo día” (Stendhal, 1783-1842). Segundo, a veces tenemos falta de confianza en nosotras mismas; estamos viviendo en una sociedad con paradigmas de belleza muy marcados; que uno tiene que ser 90-60-90, delgada, con la cara fina, cintura delgada, caderas anchas y todos esos otros rasgos que nos hacen ser mas “bellas y perfectas”; pero eso no es lo que verdaderamente importa. 

Me gustaría decir que para dejar esto atrás debemos empezar por querernos y aceptarnos tal y como somos. Cuando uno tiene paz espiritual y es positiva la belleza surge y suele perdurar más que la belleza física, esa se acaba y no queda más que la esencia, que es realmente lo que vale de las personas.

Lo bello esta, pero en el mundo muchos seres humanos no saben verlo, ni valorarlo. Todas tenemos muchas virtudes, y no solo se encuentran en lo físico, sino que también están en el interior y las personas más bellas son las que logran ver todas las cosas hermosas que tenemos adentro sin importar todo lo que haya por fuera.


"La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma."

George Sand

(1804-1876)

Escritora francesa


 


marzo 23, 2010

¿Por qué a veces todo sale mal?

Hay días en los cuales todo nos sale mal, como decimos, nos levantamos con el pie izquierdo; son aquellos días en los que todo se nos cae, no tenemos ideas, nos dicen que hacemos mal las cosas, un familiar se enferma; esos días en los cuales queremos que el tiempo pase rápido para no tener que seguir soportando eso más.

Si pudiéramos evitarlos, sería perfecto; pero no podemos, tenemos que vivir el día con día, aguantando problemas, discusiones, decepciones y todas esas cosas que nos hacen sentir mal.

En estos casos, pensamos que solo podemos hacer dos cosas: salir corriendo, mirar hacia el cielo pensando como y porque lo hemos hecho mal; o escondernos en el cuarto, llorar y no salir de ahí hasta que algo bueno o nuevo llame a la puerta y pueda salir, otra vez, con las fuerzas renovadas. Pero esa no es la solución, eso sería cobardía.

En días como esos, en que solo llegan noticias cada vez peores, es mejor reflexionar el porque de las cosas y ser realista consigo mismo, no valen las excusas, no vale auto compadecerse.

Cuando las cosas salen mal no debemos darnos por vencidos y dejar todo botado; al contrario, debemos seguir adelante y dar nuestro mejor esfuerzo para que todo nos salga bien, y además enfrentar todos los retos con madurez y con una mentalidad positiva puesta hacia el futuro. Lo malo pasa y no debe dejar huella, lo bueno debe persistir.

Algunos consejos que te pueden ayudar a mejorar esos días son: evitar discusiones con tu familia, amigos o conocidos. Hacer como si todo empezara de nuevo. Pero no desanimarse; y al que te pida ayuda, haz todo lo que esté a tu alcance por ayudarle. Muéstrate gentil y preocupado cuando tus amigos te cuenten algo y siempre dale ánimo a todos. Concéntrate en tus estudios y da todo de ti para cumplir todas las metas cercanas. Confía en ti mismo y no tengas miedo de lo que vaya a pasar mañana. Cambia de actitud y todo a tu alrededor cambiará.

Haz tu mayor esfuerzo por mejorar las cosas y si no puedes; ten en cuenta que los días difíciles se superan y que después de la tormenta viene la calma. Vive con paciencia y sobre todo pidiéndole dirección a Dios y dándole gracias por cada cosa que nos sale mal porque esos son los hechos que nos ayudan a madurar y ser más sabios día con día.


“La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.”

Anatole France
Escritor francés
(1844-1924)

marzo 16, 2010

¿Por qué mentimos?

A veces nos hacemos preguntas que no podemos responder o que nos es muy difícil hacerlo, ya que son preguntas filosóficas o a veces simplemente dudamos y necesitamos un mensaje positivo que nos ayude a entender y salir adelante, por eso en este blog la palabra clave es “por qué”.

Buscando respuesta empezaré con:

¿Por qué mentimos?


Todos en algún momento hemos mentido, tal vez esto va unido a la baja autoestima y la falta de confianza. A veces mentimos por el miedo al qué dirán, esa inseguridad que nos hace creer que a los demás no les va a gustar mi personalidad o mi manera de pensar o de vestir o hasta mi manera de hablar, a veces tenemos ese miedo de que los demás no me acepten tal y como soy.

Algunos mienten únicamente por conveniencia; para alcanzar algo de una manera más “fácil y rápida”, pero así lo dice el famoso dicho: “lo que fácil viene fácil se va”. Mentir por conveniencia no es una buena manera para evitar el esfuerzo que uno debe hacer para alcanzar lo que se propone conseguir.

Otros mienten por vergüenza; vergüenza de que los demás sepan su condición económica, status social, creencias religiosas, o alguna otra condición. Créanme esto es lo de menos, si una persona de verdad valora a otra, no le va a importar nada de esas cosas.

Hay otros que mienten por necesidad; pero Dios premia a las personas que son honestas en tiempos de angustia.

Por último hay personas que mienten únicamente por gusto; esta es la clase de personas más indecorosa. Ni siquiera necesitan una razón para hacerlo.

Vivir relaciones ya sean familiares, profesionales, sociales o amorosas en las que predomina el ocultamiento de la realidad siempre termina mal ya que no se demuestra confianza hacia los demás, ni seguridad hacia si mismo.

La honestidad no es una regla, ni un deber, es simplemente respetar el bien común y saber que si no mentimos nos estamos haciendo un bien para nosotros y para todos los demás. No nos va a crecer la nariz, pero si nos va a llevar a ser mejores personas día con día.


“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.”

Alexander Pope

Poeta inglés

(1688-1744)