“Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.” (Sir Francis Bacon)


abril 20, 2010

Lectura del Antigénesis, ¿Por qué vamos rumbo a nuestro fin?

Esta semana me gustaría analizar una lectura muy interesante que se leyó en la pastoral a la que asisto hace dos semanas. La lectura dice así:

LECTURA DEL ANTIGÉNESIS

Al fin el hombre acabó con el cielo y con la tierra; la tierra era bella y fértil, la luz brillaba en las montañas y en los mares y el espíritu de Dios llenaba el universo.

El hombre dijo: "Que posea yo todo el poder en el cielo y en la tierra." y vio que el poder era bueno. Y puso el nombre de Grandes Jefes que tenían el poder, y llamó desgraciados a los que buscaban la reconciliación. Y así fue el sexto día antes del fin.

El hombre dijo: "Que haya gran división entre los pueblos: que se pon­gan de un lado las naciones a mi favor y del otro las que están contra mí." Y hubo buenos y malos. Y así fue el quinto día antes del fin.

El hombre dijo: "Reunamos nuestras fortunas, todas en un lugar y originemos instrumentos para defendemos: la radio para controlar el espíritu de los hombres, los uniformes para dominar las almas de los hombres, el aislamiento para controlar los pasos de los hombres“. Y fue así, el mundo quedó dividido en dos bloques, el hombre vio que tenía que ser así. Así fue el cuarto día antes del fin.

El hombre dijo: "Que haya una censura para distinguir nuestra verdad de la de los demás. Y fue así." El hombre lo vio y lo encontró normal. Así fue el tercer día antes del final.

El hombre dijo: "Fabriquemos armas que puedan destruir grandes multitudes, millares y centenares de millones a dis­tancia." El hombre creó los submarinos nucleares que sur­can los mares, y los misiles que cruzan el firmamen­to. El hombre lo vio y se enorgulleció. Así fue el segundo día antes del fin.

El hombre dijo: "Hagamos a Dios a nuestra imagen y semejanza, que actúe como actuamos nosotros, que piense como pen­samos nosotros, que quiera lo que nosotros queremos, que mate como nosotros matamos." "Muéstrate a nosotros y pon la tierra a nues­tros pies: no te faltará nada si haces siempre nuestra propia voluntad." Y así fue. El hombre vio todo lo que había hecho y esta­ba muy satisfecho de ello. Así fue el día antes del fin.

De pronto se produjo un gran terremoto en toda la superficie de la tierra, y el hombre y todo lo que ha­bía hecho dejaron de existir. Así acabó el hombre con el cielo y con la tierra.

La tierra volvió a ser un mundo vacío y sin orden, toda la superficie del océano se cubrió de oscuridad y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.


¿Por qué vamos rumbo a nuestro fin?

Vamos a nuestro fin por el simple y sencillo hecho de nuestros actos y pensamientos.

Esta lectura desde el título ya me llama la atención, porque toca muchos puntos y todos ellos se refieren a situaciones que vivimos en la actualidad. Vamos hacia nuestro fin, y lo puedo resaltar mediante temas relacionados con la escasez de agua, la enemistad entre países, situación de la naturaleza, la manipulación por parte de los países ricos y nuestra propia falta de consciencia hacia los valores humanos y espirituales.

El sexto día alude al orgullo del hombre al tener poder sobre todas las cosas, irrespetando la autoridad de Nuestro Creador, quien nos ha dado ese poder. El hombre no supo cómo controlar esa libertad que se le concedió. Unos se creyeron dueños de otros, causando daños perversos.

El quinto y cuarto día antes del fin menciona la división entre las naciones, cosa que me llama mucho la atención, ya que con las guerras y desacuerdos entre países (originadas por la codicia existente y motivos de poderío económico), sobresale la veracidad del tema y afirma que de hecho, la enemistad nos está llevando a nuestra propia destrucción.

Se señala al hombre promoviendo la mentira en todas las naciones. En otras palabras, “el hombre establece la mentira como la nueva verdad”. Ocultando situaciones incómodas y vergonzosas; ocultando sus pecados y siguiendo en maldad sin reconciliarse con Dios, ni con los demás. Esto es una situación que también es notable en la actualidad y que genera desacuerdos y confusiones. También nos está llevando a nuestra destrucción física y además moral.

El segundo día antes del fin relata la creación de armas; por supuesto con el objetivo de dañar a nuestros hermanos, a quienes erróneamente llamamos enemigos. Este aspecto es el más obvio, las armas son los instrumentos más detonantes de poder, violencia, sufrimiento y consecuentemente de muerte.

Por último, el hombre creó un Dios a su manera; “el hombre no sigue las reglas de Dios, Dios sigue las reglas del hombre”. El concepto que desató la furia y decepción del Rey de Reyes.

Y así es como hoy en día somos muy conscientes del daño que estamos provocando a nosotros mismos, y lo peor es que el ser humano está orgulloso de ello.

Este es el rumbo que muchos están siguiendo, pero Dios es un dios de perdón y misericordia. El único modo de seguir vivos es “el arrepentimiento y la reconciliación”. Seguir el camino del bien y no cometer los errores del pasado.

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